- Los que escriben un diario, es porque se sienten solos.
+ No es verdad. Es porque tienen algo que contar, porque su vida es diferente. Y, aunque nunca lo confiesen, siempre esperan que alguien lo descubra, lo lea a escondidas para así poder conocer la verdadera personalidad del autor.

miércoles, 18 de enero de 2012

FUNCK YOU.

Que le den. Al mundo. A todos. A él. Sobre todo a él. Al menos hoy. Mañana no sé. Quizás mañana se me olvide el odio que siento hoy. Mientras tanto, mientras que mañana llega, QUE LE DEN.
QUE SE JODA.


Y al día siguiente ella volvió hacer la misma. Ella volvió a hablarle, a caer en sus encantos y en aquella maldita dulzura. En las conversaciones largas de noche que dejan una sonrisa al dormir. Volvió a caer, porque no puede resistirse. Por más que lo intenta, no puede. Aunque lo disimula bastante bien.

viernes, 13 de enero de 2012

Y hablas para no oírme, y bebes para no verme.

Todo desapareció. Desaparecieron aquellas ganas que nos teníamos el uno al otro, que no eran pocas. En lugar de eso quedo un olvido por tu parte, una ignorancia a ese tema, como si nunca hubiese ocurrido.
Dos besos por la calle y... NADA MÁS. Se acabó. Se esfumó, con el viento del olvido, con la poca lluvia de octubre, con el frío de diciembre y con la cuesta de enero.
El tiempo nunca estuvo de nuestro lado, se escurría entre nuestros dedos. Y no, no nos dimos cuenta de nada. Mientras todo pasaba, mientras nos alejábamos sin estar lejos. Mientras tanto, hablábamos y hablábamos. Sin ser consciente de que no había nada más de que hablar. Que todo termino igual que empezó, sin darnos cuenta.
Todo se perdió poquito a poco. Con el tiempo, con la mierda que suele soltar la gente por la boca. Todo lo bueno se acaba. Lo sé. Pero existen mil maneras de acabar. Y la nuestra... me dejo con la miel en los labios, me dejaste con ganas de el ultimo.
Aunque ya no siento esas ganas que sentí en un principio, cuando me di cuenta que todo había acabado. Ahora estoy en un estado en el que el coraje ocupa cada rincón de mi cuerpo cada vez que pienso en todo lo nuestro.
NO LLEVAS RAZÓN, cariño. Si la llevaras seria la primera en reconocerlo en decir, "vale tío, la he cagado. Lo siento." Y todo se acabaría sin más. Pero no la he cagado, y a veces pienso que tu crees lo mismo, que sabes que las cosas no fueron como te contaron. Pero tus ganas por mi no eran la de antes, ya no querías conversaciones de la nuestras, ni escapadas a los asientos traseros de tu coche. Ya no querías nada conmigo. Y te agarraste a eso, querías creerte que yo soy así para hacértelo mas fácil, para dejarlo por algo más que el hecho de que no tuvieras más ganas de mi (como si no fuese eso poco para dejar todo lo poco que teníamos).
A veces quiero pensar que piensas así, porque de la otra manera seria darme cuenta de que nunca me conociste, ni tuviste ningún interés en hacerlo, que todo lo que mostraste, todo lo que conocí de ti era mentira y que eres como los demás. Que tú no confiaste nunca en mi, y ni si quieras me diste el beneficio de la duda. Y si eso fuera así, y si fueras como los demás, no te lo perdonaría nunca. Pero quiero pensar lo otro, porque yo, al contrario que tú, si confío en ti, si creo en ti, y si te tengo mucho cariño.
En fin, ni lo nuestro era un cuento perfecto, ni buscábamos  príncipes y princesas, ni tenia porque tener final feliz. En este cuento una vez más me vuelvo a comer las perdices yo solita. Pero tranquilo, al lado no tengo la cajas de los clinex, sino una botella de Disarono, unas amigas con una inmensa sonrisa y un coche, esperando a que salgamos a comernos el mundo, a disfrutar de la vida. SIN PRÍNCIPES AZULES, que luego salen rana.