- Los que escriben un diario, es porque se sienten solos.
+ No es verdad. Es porque tienen algo que contar, porque su vida es diferente. Y, aunque nunca lo confiesen, siempre esperan que alguien lo descubra, lo lea a escondidas para así poder conocer la verdadera personalidad del autor.

lunes, 21 de mayo de 2012

Lo que yo quiero es que mueras por mi.


Yo soy esa chica de piel blanca que resalta cuando se pone al lado de tu piel tostada. Esa que se pone hecha un flan cada vez que gira la última esquina de tu casa. La que se pone de puntillas para darte un beso. A la que le late el corazón más fuerte cuando esta a tu lado. Ese manojo de nervios que no se puede estar quieta. Esa que le gusta que la acaricie la espalda. 
Esa a la que le gusta que le des besos inesperados. La que sabe que estás cerca porque ya huele toda la escalera a ti. Esa a la que miras con ojos especiales y le comentas al oído que le faltan horas al día para explicarte lo mucho que la quieres. Esa, la misma, la que no tiene dos caras, la que se muestra transparente. Esa que aprendió que para estar borracha no se necesita el alcohol, que existe algo más sano, 
el amor. 



Yo soy esa, a la que le brillan los ojos al verte y se le llena la boca de palabras bonitas cada vez que te nombra. Esa que no puede sacarte de su cabeza. Esa que te vuelve loco, y hace que cada día estés un poquito más enamorado de ella. Esa que no se resiste a tus besos sabor a menta. 
La que si por ella fuera, se pasaría una vida entera abrazada a ti, porque le encantan tus abrazos. La que en mitad de un beso te para para decirte: "Pero que conste que sigo enfadada" y luego te sigue besando.

Yo no quiero calor de invernadero;
Yo no quiero besar tu cicatriz;
Yo no quiero París con aguacero
Ni Venecia sin tí.

No me esperes a las doce en el juzgado;
No me digas volvamos a empezar;
Yo no quiero ni libre ni ocupado,
Ni carne ni pecado,
Ni orgullo ni piedad.

Yo no quiero saber por qué lo hiciste;
Yo no quiero contigo ni sin ti;
Lo que yo quiero, muchacha de ojos tristes,
Es que mueras por mí.

Y morirme contigo si te matas
Y matarme contigo si te mueres
Porque el amor cuando no muere mata
Porque amores que matan nunca mueren.

jueves, 17 de mayo de 2012

El sol de la mañana deslumbrándose en tu piel desnuda.


¿Sabes? Lleva más de un mes, tu figura dibujada en mis sábanas, tu olor en mi almohada y tu sonrisa en mi mente.
¿Te acuerdas de esa noche? Yo quería dormir, y tu te empeñabas en despertarme a besos cada vez que cerraba los ojos.
Esa noche hacía frío, o eso decía la gente, porque nosotros no lo notábamos. Aquel frío solo se sentía detrás de mi ventana. Pero dentro de aquellas cuatro paredes de mi habitación la temperatura se elevo a limites insospechados, y la ropa comenzó a sobrar. Fue un momento mágico e inolvidable, como todos los que paso a tu lado.


La gente suele pensar que es poco tiempo, quizás tengan razón. Pero puedo asegurarte mi amor, que no necesito más tiempo para saber que no necesito nada más en mi vida, que eres tú lo único que quiero.
Cosquillas en mi cama. Películas que nunca terminamos de ver. Conversaciones a todas horas. Palabras bonitas o no tan bonitas. Largas despedidas a las dos de la mañana. Despertar con la luz del sol a tu lado. Noches enteras sin dormir. Besos de todo tipo. Sabor a melocotón. A menta. Caricias. Y más caricias. Abrazos de más de un minuto. Respiraciones entrecortadas. Corazones acelerados. Momentos. Ilusión. Amor. Amor. Amor. Y un poquito de más amor. Cada día más. Más fuerte. Más intenso. Más bonito. Como tú.
62 días. Ni un más. Ni uno menos. 62 días que jamás olvidaré.
Te amo. Y por amar, amo hasta tu forma tan peculiar de decir las cosas.

viernes, 11 de mayo de 2012

Rebosamos de amor.

No lo puedo explicar. Lo siento, cariño. 
No puedo explicar, por ejemplo, que estoy siendo más feliz en estos dos meses con él que en los dos años anteriores de mi vida.
No puedo explicar con palabras todo lo que recorre por mi cuerpo cada vez que lo veo. O lo que siento cuando me dice "te quiero princesa" al oído. O aquella vez que se quedo a dormir en mi casa. ¡Cuantas cosas nos dijimos!¡Cuanto nos quisimos, amor!
Y cuanto nos seguimos queriendo. Y cuanto nos quedan, corazón. 


Más días, más meses, más amor. Para siempre.
Porque a veces, por mucho que me esfuerce, por mucho que yo quiera, hay cosas en la vida que no se pueden explicar, porque a veces faltan palabras. Como pasa con el amor.