- Los que escriben un diario, es porque se sienten solos.
+ No es verdad. Es porque tienen algo que contar, porque su vida es diferente. Y, aunque nunca lo confiesen, siempre esperan que alguien lo descubra, lo lea a escondidas para así poder conocer la verdadera personalidad del autor.

martes, 26 de junio de 2012

Ciento uno.


Es que te miro ahí en mi cama, desnudo. Haciéndote el interesante, evitando que note las ganas que tienes de comerme a besos, esas ganas que son las mías. Y se me vienen tanta cosas bonitas a la cabeza, que no sé que escribir.
Quizás debería empezar por aquella que vez que vimos aquella película, y acabamos con la ropa esparcida por el suelo. O debería nombrar la primera vez  que vi a tus padres y estaba rojita. O quizás debería nombrar cada uno de tus lunares que me vuelven loca, o cada una de tus caras raras, o comentar cada uno de los planes que hacemos juntos, porque imaginar un futuro sin ti, es imposible.
O quizás... O debería... O... Báh! Palabras, palabras y más que palabras. Qué me importa tus lunares, tus caras raras o los planes de futuro. Lo único que me importa es que te quiero, que nos queremos y lo demás sobra, sobra todo. Porque mientras nos queramos ¿qué más da lo demás?, aunque se caiga el mundo, a nosotros no nos ira mal porque siempre nos tenemos el uno al otro.
QUE NOS QUEREMOS, que se entere todo el mundo, esas tres palabras son las únicas que quiero escribir hoy, las únicas que quiero escuchar durante toda mi vida. ¿Y lo demás? Me da igual.


- ¿Hoy no traes eso?
- Sabes que siempre lo traigo, pequeña.


Y nunca falla, siempre, todos los días que estamos juntos los trae. Metió su mano en el bolsillo de aquel vaquero, que horas después le iba a quitar, y saco un caramelo.

- No sé que haré el día que me dejes de dar caramelos. Los echaré de menos.
- No te preocupes eso jamás sucederá, yo siempre estaré a tu lado, para darte todos los caramelos del mundo.


Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo. Te amo.
Uno por cada día.


 Y que me digas que cualquier camino que yo elija, me seguirás. Y que no olvides que cualquier camino que elijas tú, yo te seguiré.