- ¿No decías que me ibas a raptar?
- Sí, pero hoy no. No quiero que tu hermano duerma hoy en la calle por mi culpa.
- ¿Y cómo decías que me ibas a despertar?
- A besos.- dijo acercándose unos centímetros a su boca.
- ¿cómo?- puso una sonrisa de pillo. De esas que a ella le volvían loca.
- A besos.- dijo casi rozando sus labios.
Y ahora la melodía que hacían sus dos corazones juntos, se mezclaron con el sonido de sus besos.
Todo era perfecto.
¿Perfecto?- No, lo siguiente.
Y hoy después de treinta y un días, lo recuerdo todo como si fuera ayer. Un mes junto cariño, el primero de los muchos que nos quedan.
Ahora, a solas, nuestras palabras carecen de sentido, solo hacen ruido y molestan. Como tus vaqueros. Y ese botón que pide a gritos que lo desabroche. Treinta y un días juntos, para querernos con locura y hacer cómplices de ello a las paredes de mi habitación, al portal, a las callesitas de Sevilla, a más de un sillón de algún pub...
Treinta y un días juntos, para encontrar la felicidad.
Contigo empecé amar los números impares. En especial el diecisiete. Te quiero.<3
- Cuando echo un vistazo atrás y recuerdo todos los momentos buenos de este ultimo mes, me doy cuenta de que tú estás en todos ellos.