¿Por qué no dejamos de hacer el tonto, de mirarnos con deseo y mentirnos con palabras? ¿por qué no dejamos de fingir ser amigos, que no existe sentimientos, cuando los dos sabemos que sentimos demasiado?
Aunque quizás me equivoque. Quizás tu mirada me esté mintiendo y tu boca no desea a mis labios como yo a los tuyos. Quizás sea verdad eso de que hay otra. Quizás todo esto sea producto de mi imaginación, de mis ganas por tenerte. Quizás, y solo quizás tú no sientas nada por mi.
Pero te diré que es seguro. Te aseguro que no hay otro, que si en algún momento lo hubo fue para tapar el sabor que me dejó aquel beso al marcharte. Te aseguro que lo que siento no es un caprichoso, que de verdad que te quiero, que cuando algo es tan grande, tan bonito se convierte en una necesidad.
Quizás esto este muerto, que
Así que olvidémonos de todo, olvidémonos de que hubo terceras personas. Olvídate que quizás no sientes lo mismo. Déjate llevar. Olvídate del mundo. Olvídate de ayer. Olvídate de mañana. Solo vive el momento. Y vuelve. Vuelve a terminar lo empezado. Vuelve a quererme por momentos. Si quieres jugar conmigo hazlo, solo hay una norma que no te puedes saltar, una sola condición, nunca dejes de jugar conmigo, solo eso. Pero vuelve, vuelve a besarme, porque me encanta las cosas que se repiten como un beso, una mirada. ¡Sí! Sobre todo eso, sobre todo si se repite un beso, pero tiene que ser uno tuyo.
Te quiero tanto mi amor, tanto, tanto, que a veces se me olvida quererme a mi misma.