- Los que escriben un diario, es porque se sienten solos.
+ No es verdad. Es porque tienen algo que contar, porque su vida es diferente. Y, aunque nunca lo confiesen, siempre esperan que alguien lo descubra, lo lea a escondidas para así poder conocer la verdadera personalidad del autor.

lunes, 28 de febrero de 2011

Adiós.

- Mañana voy hacer una locura.
- ¿De qué locura hablas?
- De una que no te puedo contar.
- ¿Por qué?
- Porque si te la contase no tendría sentido, es una sorpresa.
-  Dejate de falsas promesas, los dos sabemos que nada es de verdad.
- Ya lo veras mañana, tonta. (;
- ¿Por qué me dices estas cosas y luego te quedas callado? Dejate de tonterías y dime que demonios quieres de mi esta vez. Al final, los dos sabes como acabara todo esto.
- Ah, ¿sí? ¿Y como se supone que acabara todo esto?
- Mal, como siempre.
- Confía en mi, esta vez todo saldrá bien.
- He confiado muchas veces en ti, demasiadas. Y todas resultaron mentira. Cuando me haces llegar ha pensar que jamás nadie me hará sentir bien, cuando me haces sentir en el cielo, siempre la cagas con algo. Eres todo un experto en ello.
- Esta vez sera diferente.
- Lo siento, ya no habrá esta vez, nunca, jamás.
No podía creer que yo le estuviera diciendo eso. Estaba cortando definitivamente todos los lazos invisibles que pudieran atarnos. Estaba cerrando todas las puertas que habíamos dejado entre abiertas. PARA SIEMPRE. No lo puedo negar esto dolía muchísimo, más de lo que tenia previsto. Encima él me estaba mirando con aquellos ojitos de cordero que no me ayudaban nada. Tuve que desviar mi mirada al suelo, mientras le decía, "nunca, jamás". Bueno la desviaba por eso, y porque ya comenzaba a salir de mis ojos lágrimas incontroladas. MALDITA SENSIBILIDAD. Me las seque como pude y sin mirarle le dije ADIÓS.

Es un presentimiento.

Y quizás mañana al levantarme todo cambie. Cada vez tengo más claro lo que quiero. Ahora sé lo que quiero, lo veo claro muy claro.
- Estoy muy feliz. Demasiado. Tanto que me da hasta miedo.
- ¿Y a que se debe tu felicidad?
- No sé. Bueno sí, es una tontería, pero... Hoy he tenido un sueño muy bonito y me he puesto feliz. Se que los sueños, sueños son y que no hay que vivir de ellos. Pero este sueño es diferente. Sí, diferente. Porque este sueño sé que se va a cumplir, no sé porqué pero estoy segura de ello, y eso me hace sentir bien, muy bien.
- ¿Que soñaste?
- ¿No te lo imaginas?
- Él, ¿verdad?
- Pero que lista eres cuando quieres.
Y aunque acabo de ver algo que no me gusta nada, que me preocupa demasiado. Siento esta corazonada cada vez más dentro, cada vez más fuerte. Hoy estoy segura de ella, hoy siento que tarde o temprano sera mio, volverá hacer mio. 

Circulo vicioso.


Todo esto pasa porque yo quiero, es como un circulo, siempre, siempre, siempre se repite la misma historia una y otra vez, y eso pasa porque yo quiero.
Esto terminara cuando yo diga: "¡BASTA!" Me canse de seguirte el juego. Pero no veo el día que me canse, no quiero que deje de jugar conmigo nunca.
Esto es un camino sin salida, siempre volvemos al mismo punto. Al punto donde vuelve a empezar todo. Cuando todo parece que esta acabado vuelve a empezar.
Si fuese capaz de dejar ese miedo a un lado, si tuviera la fuerza suficiente para soportar cualquier tipo de respuesta, si me volviera valiente por una vez, tan solo para decirle:
"¿A que estas jugando? ¿Que quieres de mi? ¿Me quieres o no? Piensa bien la respuesta porque si me dices que NO, sera un no definitivo, me habrás perdido para siempre."
Pero no soy valiente, no seria capaz de ponerme enfrente de él y escuchar un NO definitivo de su boca sin derramar una lágrima, no soportaría escuchar eso. Es que soy incapaz. Le quiero, joder. Le quiero demasiado, tanto que me hace feliz con solo hablarme, que me emparanolla con una mirada de menos. Que él es el único capaz de hacerme sentir en dos lugares diferente al mismo tiempo. Que él es el único que sabe mis puntos débiles, cual es mi defecto y mi virtud, él que sabe donde me gustan los besos y donde no. Él. él, él, él y solo él. Parece que eso nadie lo comprende, o no quieren comprenderlo, ni si quiera él. Pero le quiero, y no puedo remediarlo.

martes, 22 de febrero de 2011

¿Sabes qué día es hoy?


Hoy hace un mes y no se cuantas horas que nuestros labios no se rozan. Ni si quiera hemos tenido una palabra de más y una mirada que sobra.
Un mes y no se cuantas horas pensando en si todo volverá o esto es definitivo. Si has jugado conmigo una vez más o esta vez al igual que yo me has mentido al decirme que no sientes nada.
Un mes y no se cuantas horas, para darme cuenta que nunca estuviste fuera de mi vida. Y ahora pienso en cada una de las palabras que nos dijimos y que me dijeron, en cada "está jugando contigo", que no fueron pocos. Y llena de "odio", "rabia", "impotencia", me digo, ya no volverás más ha jugar conmigo, esto acaba aquí, para siempre.

¿Qué le pasa al día hoy?
Veintidós, veintidós, veintidós, veintidós,... maldito numero que me persigue. Un día fue el más maravilloso de los números, hoy se ha convertido en algo que duele al recordarlo, duele, duele bastante, es como si alguien te oprimiese el pecho, y no quiero pero ya las lágrimas me caen por la mejillas... ¿cuantos 22 sin él? unos pocos, pero este es el que más siento, el que más duele, motivo... desconocido. Quizás sea porque este mes hay un dos de más. No lo sé,  pero lo siento, siento como sigue ahí en mi corazón, como se encuentra su nombre junto a ese 22, parecen escrito con tita permanente, parece que si uno no sale, no sale el otro, es como si quisieran quedarse, PARA SIEMPRE.
Son demasiados días, demasiadas horas, demasiados meses... espera un momento, quizás no hace tanto, quizás nunca le perdí...
¡Bah! bobadas, claro que le perdí, es más nunca lo tuve, pero le quiero, por supuesto, y lo sigo haciendo...
Y vuelve ese maldito numero que me tendría que ser indiferente.
Es que no lo quiero de verdad, no quiero mas veintidós, mas recuerdos bonitos y no tan bonitos, no quiero más días pensando en él. Que no, que no quiero. Que no quiero que me duela, que no quiero que me oprima el pecho y me haga temblar, que no quiero sentir calor y frío a la vez, ni quiero sentir un escalofrío al recordarle, ni quiero las mariposas en el estomago y que las piernas me tiemblen al verle. Que no quiero que me hable, que no quiero nada suyo. Que no, que no quiero nada que tenga que ver con él. Que no quiero quererle.
¿No lo entiendes? Desaparece, desaparece de una vez por todas y para siempre.
Tienes el mal dentro. Y cuando desees amarla te hará sufrir.

sábado, 19 de febrero de 2011

Tengo miedo de perder una partida que no se empezo a jugar.



- Quizas lo que mas nos guste de nuestra situacion sea eso.
- ¿El qué?
- Pues que el que va hacer mongolo. El estar rozando los limites de la razon y la locura, el limite de lo prohibido. El saber que eso no esta bien, que esta fatal, que es una locura, un gran error, que esta prohibido, es lo que hace que nos paresca mas atractivo. Es lo que nos hace que queramos hacerlo, y volverlo hacer tantas veces podamos. Y siempre existira esa atraccion que nos une y nos exita a probar una vez mas el sabor de lo prohibido, en comete más de una vez el mismo error, la misma locura.


No quieres quererme pero tampoco quieres perderme, esas dos cosas no se llevan muy bien y al final acabaras consiguiendo eso, perderme para siempre. Porque o me quieres o me pierdes, todo no se puede tener en la vida.
Siempre haces lo mismo apareces cuando estoy a punto de olvidarte, no es que no me guste, sino que me esta cansando, si estoy casada de que siempre hagas lo mismo, o conmigo o sin mi pero no te quedes en el medio porque es que no lo soporto. Es que sé que llegara el momento que me canse, que te ignore, que pasa de ti y que ya no quedara nada más, tan solo tus ganas y deseos no complacidos.

¿No te cansas?


Mira cariño, cuando has querido a alguien mas que a ti. Cuando tu vida ha dependido tantisimo de ese alguien hasta el punto de apoderarse de tu vida, de tus actos, de todo. Cuando nada te parece suficiente, y le dabas todo y mas, hasta el punto de quedarte sin nada. Luego él se va y te deja sola, con un vacío que nadie puede rellenar. Y es verdad, vuelves a reir, y vuelves a ser tú, con el tiempo, vuelves a vivir, pero nunca lo olvidas solo aprendes a vivir sin él. Y sales con tus amigas y ries y la gente te ve feliz, y lo eres porque lo intentas por ti y por muchas personas, pero nunca recuperas ese brillo en los ojos al sonreir. Ese brillo que solo él sabe sacarte y que nadie ha conseguido hacerlo. Y pasa el tiempo, y vuelves a tenerlo, y vuelves a tener ese brillo en los ojos y vuelves a perderlo. A perderlo todo. ¿Para siempre? Y tu preguntas, ¿No te cansas? y yo tampoco me lo explico, o quizas si pero es muy complicado de entender.

martes, 15 de febrero de 2011

Estimulantes que llevan tu nombre.




Mis piernas no dejaban de moverse, como si tuvieran vida propia.
- ¿Inquietud eh?- me preguntó mi reflejo en el espejo.
- "Para nada"- le respondí en un tono altanero.
Procedí a encender un cigarro -espera, yo no fumo-. Corrigo entonces. Procedí a encender mi alma con estimulantes que llevan tu nombre.

Cambio radical.


Tengo que cambiar, es más me he propuesto cambiar radicalmente en todos los aspecto. Así que este fin de semana me encerré en mi habitación con un bote de pintura, una brocha y algunas ideas en mente. Cambie el color de mi habitación, cambie las cortinas y la corcha de mi cama. Quité esos cuadros viejos y los cambié por unos cuadros de lugares como París, Nueva York, Londres...

Pero no solo mi cuarto he cambiado. Yo, también me he cambiado, física y psiquicamente. Mi cambio es radical. Me voy a dejar el pelo largo, que digo largo, larguisimo, tengo ganas de cogerme moños, y colas y trenzas. Quizás me tiña rubia, o pelirroja, o quizás me quede con mi color natural, aun no lo he decidido. Voy a utilizar mis lentillas todos los días, no solo los fines de semanas. Y he decidido que los fines de semanas son para disfrutar así que el viernes me pondré mis tacones de 10 centímetro y no me los pienso quitar hasta el domingo por la tarde. He decidido cambiar de instituto. Sí, me vendrá bien conocer gente nueva, y aprender a adaptarme a otro centro.
Me voy a donde él estudia. Quizás eso sea jugar con la tentación. Jugar con fuego, como se suele decir. Que digo quizás estoy segurisima que es jugar con fuego, y eso es lo que me gusta, porque mi mayor cambio y del cual estoy mas orgullosa es de que ahora soy yo la que va a jugar, he cambiado, he pasado de ser un juguete a ser la persona que juegue. Si, tal como lo oyes, he cambiado, he decidido que dejes de jugar conmigo, ahora me toca a mi jugar. Paso de ti, chaval, paso totalmente. Que ya me canse de ser siempre la tonta con las que juegas, no soy el segundo plato de nadie y menos el tuyo. Quizás te olvide, pero es algo que no lo tengo decidido aun, por diversos motivos.
Pero me conozco muy bien, me suelo contradecir, y suelo cambiar de opinión cada cinco minutos. Así que posiblemente mañana no piense lo mismo. Quizás mañana no pase de ti, quizás cinco minutos después te odio, y a los otros cinco minutos te ame. Quizás mañana quiera que juegues conmigo, es mas probablemente mañana deje que juegues conmigo como haga siempre. O quizás mañana al acostarme pida porque vuelvas o porque desaparezca definitivamente de mi vida, o quizás haga las dos cosas al mismo tiempo.

sábado, 12 de febrero de 2011

Alicie in Wonderland. (L)




- ¿Tienes algún plan para esta tarde?
- Por ahora no.
- ¿Te apetece venirte a mi casa a ver Alicia en el país de las maravillas?
- ¿Pero no la has visto ya?
- Sí. Millones de veces, pero ninguna contigo.
Y allí estábamos entre la barrera que separa la realidad de la fantasía. La luz de la oscuridad. Lo imposible de lo posible. Entre la barrera que une el sexo y el amor. Y de fondo aquella película. Es tan fácil sentirse en el país de las maravillas a su lado.

martes, 8 de febrero de 2011

Sigo siendo la misma tonta enamorada del mismo capullo de siempre.


Podríamos pensar que las cosas han cambiado muchísimo desde aquella vez que nos vimos. Apariencias querido amigo, solo apariencias.
La verdad es que nada a cambiado, aquí me ves sigo siendo la misma tonta enamorada del mismo capullo de siempre. 
Hace tiempo que no jugamos con la felicidad. Hace tiempo que ella no quiere saber nada más de mi. No se que le hice pero no vuelve a por mi. Me dejo con la soledad, que por cierto me cae fatal. Vi como el silencio lloraba aquel atardecer, también lo vistes y no hicisteis nada, nada hicimos ninguno de los dos.
Quiero que vuelva pronto. Que vuelva a tocar la puerta, y que nos invite juntos otra vez a volver a jugar con ella en aquel descampado, detrás de aquel bar.
La felicidad. Llega cuando menos te lo esperas. Sin avisar. Se queda un tiempo definido. Luego se va, tal como ha venido, sin avisar. Y te deja un vacío, algo temporal, hasta que decida aparecer de nuevo. Todos piensan que él juega conmigo. Pero no ven que sólo él me trae esa felicidad. No ven que soy una egoísta, solo le busco porque solo él sabe hacerme sentir feliz. No le busco a él si no a la felicidad que lleva a su lado.
Él no está, él se la llevó. Y escuece. Duele. Quema. Pica. Desgarra. Rompe. Congela. Hiela. Arde. Arranca. Hiere. Desquebraja.  Desangra. Te hunde. Te asfixia.
Y quiero que vuelva. Que me haga sentir fuerte. Alegre. Invencible. única. Especial. Perfecta. Diferente. Que cure. Que me eleve. Que me haga respirar.  Que me haga reír. Sólo ella es la única que maneja mi vida. Que mala suerte que ella este enganchada al capullo de turno.

Era cuando más te necesitaba. Ahora date la vuelta y vete. No me haces falta.


Querido diario:
Hoy estoy de mala leche. De muy mala leche. Se recomienda no hablarme hasta que no pasadas 24h.
¿Qué que me pasa? TODO Y NADA.
Dicen que tengo la culpa de todo. Si, si todas las culpas van para mi. Todas. Me han echado tantas culpas que ya empiezo a pensar que pronto seré la mayor culpable del cambio climático.
No soy perfecta. Cometo errores. Soy humana. No me intento refugiar en esto. No se si es malo o bueno, pero cuando cometo un error suelo afrontarlo y pedir perdón. Por hacer eso, por pedir perdón, no solucionaré nada, lo sé, pero al menos quiero que vean que me he dado cuenta de ese error, que intentare no cometerlo más, y que estoy arrepentida de ello.
Pero parece ser que un perdón no es suficiente. Nunca es suficiente. Y parece que están esperando cualquier mínima oportunidad para echármelo en cara.
Que vale que la cagué tío, lo admito. Que vale que te jodí. Pero tú, aunque te cueste creerlo también me jodistes, aunque no te lo dije, llore bastante por ti, y aunque no se entiende sufrí, sufrí mucho. Y si no me quieres entender lo entiendo, pero no pienses que soy de plástico bonito, porque tengo sentimientos.
Si quieres tápate los oído mientras te digo esto, para después tener una escusa. Pero aun me sigue jodiendo cuando te veo y no te puedo besar. Es normal que no te lo creas, ni que lo entiendas, no te puedo explicar exactamente por qué me pasa esto, porque ni yo misma lo sé. Pero es así, sucede. no me quieres escuchar, ni ver y probablemente te cueste hablar conmigo. Sé que no sientes nada, y nadie tiene la culpa de eso.
Intentas buscar respuestas a preguntas intentado comprenderme, las buscas en mi. Y no es en mi donde se encuentran si no en ti. Sí, como has oído, en ti.
Me ves con otro y no entiendes como puedo decir que siento por ti algo, pero lo siento y si me ves con otro es por la simple razón de que no lo haces. De que no sientes por mi.
Quizás al otro lo quiero más, casi seguro. Quizás el otro solo busca algo diferente en mi, posiblemente. Pero que más da lo que él busque y lo que yo sienta. No te das cuenta, ni tú, ni él sois prioridad en mi vida. EN MI VIDA LA PRIORIDAD ES LA FELICIDAD. No te busco a ti o a él. Si no a la felicidad. ¿Quien me ofrece felicidad? En estos momentos precisamente no lo haces. Y él... lo hace a momentos, solo a momentos.
Aunque él es lo que quiero en mi vida. siempre seguirás siendo aquello perfecto que un día tuve, bueno que un día creí tener en mi vida. Y siempre estarás en mi pasado, y yo estaré en el tuyo. Nos guste o no, hay que aceptarlo.

lunes, 7 de febrero de 2011

No quiero vivir de lo que pudo ser.



- ¿Cómo sabes que esto es lo correcto para los dos? ¿Y si estuviéramos echo el uno para el otro? ¿Y si estuvieras cometiendo el mayor error de tu vida?
Me marché y allí se quedo
él, de espaldas, sin decir una palabra. Quizás pensaba en cada una de las palabras que habían salido de mi boca. O quizás no. Quizás tenga él razón. Quizás nuestro camino no sea el mismo. Quizás que él desaparezca de mi vida es lo correcto. Quizás es lo mejor.
Pero no puedo negarlo, esto duele, duele mucho.

domingo, 6 de febrero de 2011

Espero que no esperes que te espere.


Ayer lo vi, después de de no se cuantos días. Me mantenía firme, dura, segura de mi misma. Con las cosas muy clara. Aquella vez sería la ultima que caería en su juego. Él insistía, me intentaba llevar, hacerme caer en su juego una vez. Pero esta vez sería un no. Un no definitivo.
Me dolió ser así, y segué haciéndolo, me arrepiento de no haber caído en su juego. Me siento mal, y quisiera volver atrás. Pero lo hecho, hecho esta.
Ya no me habla él el primero, ya no me busca, aunque hace cosas que aun no entiendo. Le quiero. Y quiero que vuelva a pasar algo. Pero no se lo merece. No me merece la pena. Debo de centrarme en otra cosas. Quizás debería mirar con otros ojitos aquel niño de mi clase que hace tiempo me mira, o quizás deba centrarme más en ser amiga, la mejor amiga de aquel niño tan guapo que conocí hace tiempo. Quizás debería pasar de todo lo referente a él.

Te advierto si no me sigues el juego me voy a jugar con otro.


Hoy tengo ganas de verte. Sí, de verte, de tenerte, de volverlo hacer, de volver a caer en la tentación, de volver a cometer el mismo error. Que me da igual lo que busques, lo que sientas o lo que no. Que me da igual todo, quiero tenerte una vez más. Sentirme única .Como solo tu sabes hacerme sentir. Especial. Protegida en tus brazos. Segura de mi misma. Quiero volver a reflejarme en tus ojos azules, en esa mirada que solo me dedicas a mi. Quiero perderme en tu sonrisa, quiero caer una vez mas en tus redes y quiero perderme entre tus caricias.
Besame. Susurrame al oído. Muerdete el labio. Me encanta cuando lo haces. Quisiera detener el tiempo. Regalame. Un solo momento.Un solo instante. Un solo minuto de tu tiempo.
Quiero volver a discutir queriendo, quiero perderme en tus brazos.
Hoy voy a por ti. Estas en aviso voy a comerte. Voy a por todas. Esta noche va hacer nuestra noche. Sólo nuestra. Tuya y mía. Tú tienes que volver a ser mío. Y si no me sigues el juego hoy lo tengo muy claro me ire a jugar con otro. No voy a perder más el tiempo contigo.

sábado, 5 de febrero de 2011

Se acabó o ¿se acabo?


Si ahora mismo alguien me abrazara rompería a llorar como una puta niña pequeña. Tengo todos los ojitos lloroso, apenas puedo ver nada las lágrimas pone su carita linda borrosa. Ya no veo sus ojos azules profundo. Maldita  sensibilidad que se apodera de mi. Sé que no vale la pena llorar por él, pero mis lágrimas no entienden eso, y salen, y no paran de salir, y quiero retenerlas, y no puedo. Ya me recorren la mejilla. Intento mirar para el lado donde nadie me vea. Quizás abajo, más abajo aún de donde me encuentro ahora. Pero más abajo no se puede. Esta vez no me cogiste, esta vez te olvidaste de mi, esta vez no me dejaste tirada en el suelo, sino mucho mas abajo. Y allí, bloqueada, fría por tus palabras, el corazón roto en tantos pedazos como caricias nos hemos dado en este tiempo. Estaba segura de que esto llegaría, pero pensaba que estaba sería diferente, pesaba que esta vez era más fuerte, que estaba preparada para todo. Pero una vez más me equivoque. Hice todo lo posible y más porque todo fuera bien, de una manera u otra. Y me has echo muy feliz, pero siempre lo tienes que estropear todo. Siempre.

Un día. Una hora. Un lugar. Dos corazones.


Un día. Una hora. Un lugar. Dos corazones. Un sentimiento que los une. Todo marcha realmente bien.
Besos. Caricias. Miradas. Te quieros. Susurros. Mordiscos. Un ricón. Algo extraño. Calor bajo cero grados. Todo vuelve. Momentos vividos que vuelven a surguir. Risas. Sonrisas respondidas con otras sonrisas a un mayor. Los dos se siente realmente bien. ADIÓS.
Todo volvió a acabar. Se acabó en aquel último beso y aquel adiós. Última mirada hacia atrás ya lo echa de menos. Mira y él no lo hace. Frena. Se gira, y piensa en decirle, "me llamas mañana". Pero calla. Contempla como desaparece. Vuelve a tu camino. No entiende nada. Solo quiere que ya sea mañana y saber si se volveran a ver.
Esa noche ella soñó con todo lo que sucedió esa tarde de febrero. Besos. Caricias. Abrazos. Sentimientos.
Que triste sería que al despertar solo  se quedara en un sueño y nada más.
Ella aguarda en su cama, con la mirada perdida y encerrada en si misma. Espera ansiosa su llegada. Se ha empeñado en que esa historia no esta acabada.
Ese pensamiento le hace fuerte, muy fuerte, casi invencible. Ese pensamiento hace que nunca pierda su sonrisa.
Otro día. Otra hora. Otro lugar. Los mismo corazones. El mismo sentimiento. Todo vuelve ha empezar.

Tienes razón eres todo un experto.


Eres un experto en cagarla. En romper momentos bonitos. Pero también eres un experto en llevarme a tu terreno. El único capaz de hacerme caer en su juego. El único que sabe donde me gustan los besos. El que sabe como tocarme y cuando hacerlo. El único que me hace sentir mil emociones a la vez con solo mirarme. Conoces cada esquina de mi cuerpo. Cada mirada. Sabes que cuando digo que ¡No! es un ¡!
Eres un experto en hacerme sentir así, de hacerme sentir en lo más alto. Pero también eres un experto no agarrarme bien de la cintura y dejarme caer. A veces dura mucho la caída y te da tiempo a cogerme pero otras veces me la pego con el suelo.
Vale, si, lo reconocere una vez más. Le quiero.

Solo quería bajarme las medias.


Sólo fui un polvo más en su vida.Quisiera que para mi también lo hubiese sido. Lo sabía, me lo repetí como ochenta mil veces, más las ochenta mil veces que me lo repitieron mis amigos.
Lo sabía, era conciente de ello. Pero tenía la esperanza de que todos estuvieran equivocados, incluido él, que también lo sabía.
Deseaba con todas mis fuerzas que me estuviera mintiendo por alguna razón desconocida. Pero no lo hacía, decia la verdad.
No me siento mal por esto. Más bien es el orgullo herido. En estos momentos me encantaría ser como él. Volver atrás y hacer lo mismo, pero en ve de ser él el que termine ser yo.
Sé de sobra que si en algún momento nos volvieramos a cruzar, volvieramos a quedar. De estas casualidades que suceden algunas veces en la vida, estoy segurisima de que volveremos a caer en la tentación de besarnos, tocarnos y amarnos una vez más. ¿Y sabes qué? Estoy deseando que llegue ese momento. Pero para entonces mi orgullo estara tan herido. Que sí caere como lo harás, pero esa vez ten por seguro que los papeles se cambiaran.

¿Cuál es el límite del número de piedras con las que tropieza el ser humano?


No me puedo creer que haya vuelto a pasar. No sé ni como hemos llegado a mi casa. Pero aquí estamos envueltos en las mismas sábanas. En la misma habitación.
Volver a vivir aquellos momentos congelados en nuestra memoria. Las paredes volvían a ser testigos de aquel error. Aquel dulce error.
   Apoyada en su pecho escuchaba el latido acelerado de su corazón. Sus besos rompían el silencio monótono que se concentraban en sus oídos. Su mirada rompía la armonía que solía haber en su cuerpo. Aquella mirada que le ponía cada vez más nerviosa. Que hacía acelerar su respiración. Y su corazón quería salirse de su pecho.
    Sus corazones latían al compás. Al unísono. Juntos. Para siempre. Aunque el tiempo los alejase. Ella estaba segura de que se volverían a juntar. Es más, a pesar de todo, sus corazones nunca se separarían.
     Estuvimos compartiendo más que momentos. Los besitos de esquimal, los rápidos, los lentos. Los cortos, los largos, los intensos. Los besos que esperas y los inesperados. Lengua junto a lengua. Cuerpo frente a cuerpo. Mordiscos, susurros, miradas... cuantos se regalan en tan poco tiempo.
     Nos comiamos con la mirada a cada instante. Bueno para que utilizar en esta frase el pasado, aunque no tenemos nada, aun lo seguimos haciendo.
     Nos volvemos a comer con la mirada. Nos volvemos a besar, a tocar. Volvemos hacer locuras juntos, en lugares raros. Extraños. Y no quiero que me entendais, porque ni yo misma lo entiendo. Pero sucede. Al final siempre acabamos contradiciendo nuestras palabras.
- Me quieres.
- No.
- No ni na ni no.

Continuas contradicciones.



Lo mismo estas que no. Lo mismo te quiero que te odio. Lo mismo me gusta que te aborrezco. Lo mismo te necesito que no me haces falta. Lo mismo te miro que te vuelvo la cara. Lo mismo pienso en ti que te olvido. Lo mismo lloro que río. Todo lo que siento son contradicciones.

Hasta las narices.



Marcharme, irme, huir, correr, echar a volar, escapar de estas cuatro paredes que me atosigan, que me asfixia…
Estar lejos de ellos. ¡Sí! Bien lejos de ellos, sé que lo hacen por mi bien, que me quieren, pero no aguanto más, necesito mi espacio, ellos no me comprenden, que vale que me quieran proteger, que vale que piensen que soy pequeña, pero estoy harta, no puedo más, solo tenemos continuas discusiones, ¿Por qué no comprenden que necesito algo más de libertad?
Definitivamente me quiero ir, ser libre, ir por mi cuenta,  hacer lo que me de la gana sin dar explicaciones a nadie, que si me paso de la hora que no me regañen, que da igual que llegue a las 12 que a las 2, que nadie se preocupe si estoy bien o mal, si he bebido o no, si estoy en casa durmiendo o de fiesta, si he decido ir a dormir debajo de un puente o a un hotel de lujo, que nadie me busque si no me encuentran es porque decidí desaparecer, ya apareceré cuando quiera.
Que no soy tan grande, que mis padres lógicamente se preocupa por mi, que es algo normal, pero me atosigan, me agobian.
¿Por qué no dejan de preocuparse tanto? que se distinguir el bien del mal, ¿Por qué no me dejan que yo me trompiese sola? Que quiero aprender a levantarme sin ayuda de nadie, no necesito que me agarren, cuando les necesite yo les pediré ayuda, mientras tanto dejarme caer, dejarme que yo me tropiece y me levante, dejar de agobiarme preguntándome constantemente, con quien voy a salí, donde voy a estar, que me lleve la chaqueta por si hace frío… Mira llevo dieciséis años saliendo con la misma gente, suelo ir a donde siempre, y si hace frío pues me aguanto, total la que pasara frío soy yo no ustedes.
Por favor dejarme que descubra la vida tal y como es, dejarme que me ilusione y que luego el palo sea peor, dejarme que llore y sufra, la vida no es de color de rosa, quiero aprender a ser fuerte, no quiero que todo me lo deis en la mano, quiero trompezar, caer, sufrir, quiero hacer todo eso sin ustedes, no hace falta que estéis a mi lado todo el tiempo, dejarme cinco minutos de liberta.

Me apetece hacerlo todo, contigo.

Me apetece salir corriendo y darle un abrazo, elegir mi mejor vestido, elegir el par de zapatos con el tacón más alto que tenga, maquillarme la tristeza, pintarme mi mejor sonrisa, y salir de fiesta, y no volver hasta dentro de dos semanas, y bailar, ¡Sí! Bailar, bailar hasta que me duelan los pies, y beber, ¡Sí! Beber, beber hasta que se me olvide mi nombre, hasta que pierda el conocimiento, y luego despierte y siga bailando y bebiendo, y gritando, y saltando, y hacerme fotos. Y tirármelo, y luego mirarle a sus ojos y decirle "FUE SOLO SEXO" sonreírle y marcharme. Tirarme en medio de la carretera, y bañarme en el mar, sentir la espuma en mi piel desnuda a plena luz del día, y que no me importe la gente, me da igual lo que piensen, porque yo estoy haciendo lo que quiero, y sobre todo me apetece es hacer todo esto CONTIGO.

Pierdo los papeles cuando te veo fumando.

Te ves tan sexy con ese cigarro en la boca. Sí, si con ese cigarro en tu linda boca, te miro y no dejo de imaginarme cosas que no debería. Estoy empezando a sentir un calor anormal por mi cuerpo, tengo ganas de besarte, de quitarte la ropa y tumbarte en esa cama. No dejo de mirarte y morderme el labio. Si tu supieses lo que siento ahora mismo. Necesito tenerte, pero ¡ya!. No dejo de pensar en eso, no puedo y me jode.

jueves, 3 de febrero de 2011

Un extra de felicidad.



- Tres Shandy por favor.
- ¿Qué celebramos?
- Todo.
- ¿Todo?
- Sí. Todo. Cualquier escusa tonta es buena para brindar. Es más os invito brindar por todo lo malo que nos este pasando. Brindemos por nuestros suspenso. O por rayarnos por tonterías. Cualquier cosas. Pero brindemos siempre las tres juntas.
- Estás como Shakira, tía.
- Jajajajaja ¿De buena?
- No. De loca. jajajajaja
Reír. Reír hasta llorar. Hasta dolernos la barriga. Felices. Juntas.
- Necesitaba un día como estos con ustedes. (L)
Ellas son mejor que cualquier droga de diseño. Ellas me estimulan. Me excitan. Me animan. Me ayudan. Me aconsejan. Me guían. Me alegran los días. Me dan un extra de felicidad. Ellas y sus momentos. Nuestros momentos de pavo. De alegrías. De felicidad. De locuras. Son todo para mi. Desde una conversación hasta una tarde de sesiones de fotos y risas interminables. Pasando por miradas, sonrisas, abrazos, besos... AMOR mucho AMOR. Y sí, mucha LOCURA, y mucha COMPLICIDAD.
¿No entiendes como puedo estar un lunes a las ocho de la mañana dando saltos y gritando en la clase?
Es muy sencillo. Tiene cinco letras. ELLAS. Sé que las veré allí, cada día, y eso me alegra muchísimo. Siempre lo hace. Aunque ese día haya suspendido el examen de biología. Aunque sea el peor lunes de la historia mundial. Aunque mis padres me hayan castigado por llegar tarde y ese finde no vaya a salir. Aunque haya discutido con él. Mientras ellas estén a mi lado siempre tendré ese apoyo, ese motivo para sonreír. Hacéis que un lunes cualquiera sea como un sábado. FIESTA MUCHA FIESTA. Y GLOBOS DE COLORES. Y SOBRE TODO USTEDES.
Porque un día cualquiera a vuestro lado se convierte en el mejor día de mi vida.
Os quiero.<3

miércoles, 2 de febrero de 2011

Twenty-two.

                                    
"DOS, qué extraño número. Dos es el número de personas que forman una pareja, y también el número que comparan con un patito, el número raro, el patito feo. Con dos dedos puedes taparte los oidos y aislarte del mundo, y dos son las palabras que cualquier persona desea escuchar: "te quiero". El fin de semana tiene dos días, y cuando te piden tu nombre debes poner tus dos apellidos. Pero, ¿sabes lo más extraño de todo? Que dos tiene tres letras, y es el tercer número positivo, después del cero y el uno, allí va el dos. El dos vive conmigo en cada cosa que hago, y no es un número que me guste precisamente, pero al enamorarme lo sentí como un apoyo más."
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Si a ese dos le pones otro dos detrás. Sería aquel número especial que siempre nos persigue. O quizás seamos nosotras las que le perseguimos. Sea como sea, ese número especial, es nuestro número, solo nuestro y de nadie más.