- ¿Sabes? Ya he visto esa mirada antes.
- ¿Cuál?
- Esa. La que tienes ahora, esa forma en la que me miras. Ya lo habías echo antes.
- ¿Estas segura?
- Nunca he estado tan segura de algo. Esas miradas son difíciles de olvidar. Son esas miradas que llegan, de las que hablan. Las miradas que te hacen sentir bien. Miradas que susurran que quieres…
Callé y agaché mi cabeza. Creí haber hablado más de la cuenta, no termine la frase. Entonces él se acercó. Levantó mi cara y me dijo mirándome a los ojos con aquella mirada.
- ¿Qué? ¿Qué te susurra mi mirada, pequeña?
- Que quieres volver hacerlo.
- ¿Volver hacer el qué?
- Besarme. Quieres volver a besarme. Y esa mirada que es capaz de susurrarme eso, me encanta, porque yo también estoy deseando que lo vuelvas hacer, que me vuelvas a besar.
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