- Los que escriben un diario, es porque se sienten solos.
+ No es verdad. Es porque tienen algo que contar, porque su vida es diferente. Y, aunque nunca lo confiesen, siempre esperan que alguien lo descubra, lo lea a escondidas para así poder conocer la verdadera personalidad del autor.

sábado, 5 de febrero de 2011

Un día. Una hora. Un lugar. Dos corazones.


Un día. Una hora. Un lugar. Dos corazones. Un sentimiento que los une. Todo marcha realmente bien.
Besos. Caricias. Miradas. Te quieros. Susurros. Mordiscos. Un ricón. Algo extraño. Calor bajo cero grados. Todo vuelve. Momentos vividos que vuelven a surguir. Risas. Sonrisas respondidas con otras sonrisas a un mayor. Los dos se siente realmente bien. ADIÓS.
Todo volvió a acabar. Se acabó en aquel último beso y aquel adiós. Última mirada hacia atrás ya lo echa de menos. Mira y él no lo hace. Frena. Se gira, y piensa en decirle, "me llamas mañana". Pero calla. Contempla como desaparece. Vuelve a tu camino. No entiende nada. Solo quiere que ya sea mañana y saber si se volveran a ver.
Esa noche ella soñó con todo lo que sucedió esa tarde de febrero. Besos. Caricias. Abrazos. Sentimientos.
Que triste sería que al despertar solo  se quedara en un sueño y nada más.
Ella aguarda en su cama, con la mirada perdida y encerrada en si misma. Espera ansiosa su llegada. Se ha empeñado en que esa historia no esta acabada.
Ese pensamiento le hace fuerte, muy fuerte, casi invencible. Ese pensamiento hace que nunca pierda su sonrisa.
Otro día. Otra hora. Otro lugar. Los mismo corazones. El mismo sentimiento. Todo vuelve ha empezar.

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