Podríamos pensar que las cosas han cambiado muchísimo desde aquella vez que nos vimos. Apariencias querido amigo, solo apariencias.
La verdad es que nada a cambiado, aquí me ves sigo siendo la misma tonta enamorada del mismo capullo de siempre.
Hace tiempo que no jugamos con la felicidad. Hace tiempo que ella no quiere saber nada más de mi. No se que le hice pero no vuelve a por mi. Me dejo con la
Quiero que vuelva pronto. Que vuelva a tocar la puerta, y que nos invite juntos otra vez a volver a jugar con ella en aquel descampado, detrás de aquel bar.
La felicidad. Llega cuando menos te lo esperas. Sin avisar. Se queda un tiempo definido. Luego se va, tal como ha venido, sin avisar. Y te deja un vacío, algo temporal, hasta que decida aparecer de nuevo. Todos piensan que él juega conmigo. Pero no ven que sólo él me trae esa felicidad. No ven que soy una egoísta, solo le busco porque solo él sabe hacerme sentir feliz. No le busco a él si no a la felicidad que lleva a su lado.
Él no está, él se la llevó. Y escuece. Duele. Quema. Pica. Desgarra. Rompe. Congela. Hiela. Arde. Arranca. Hiere. Desquebraja. Desangra. Te hunde. Te asfixia.
Y quiero que vuelva. Que me haga sentir fuerte. Alegre. Invencible. única. Especial. Perfecta. Diferente. Que cure. Que me eleve. Que me haga respirar. Que me haga reír. Sólo ella es la única que maneja mi vida. Que mala suerte que ella este enganchada al capullo de turno.
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