- Los que escriben un diario, es porque se sienten solos.
+ No es verdad. Es porque tienen algo que contar, porque su vida es diferente. Y, aunque nunca lo confiesen, siempre esperan que alguien lo descubra, lo lea a escondidas para así poder conocer la verdadera personalidad del autor.

martes, 22 de febrero de 2011

¿Sabes qué día es hoy?


Hoy hace un mes y no se cuantas horas que nuestros labios no se rozan. Ni si quiera hemos tenido una palabra de más y una mirada que sobra.
Un mes y no se cuantas horas pensando en si todo volverá o esto es definitivo. Si has jugado conmigo una vez más o esta vez al igual que yo me has mentido al decirme que no sientes nada.
Un mes y no se cuantas horas, para darme cuenta que nunca estuviste fuera de mi vida. Y ahora pienso en cada una de las palabras que nos dijimos y que me dijeron, en cada "está jugando contigo", que no fueron pocos. Y llena de "odio", "rabia", "impotencia", me digo, ya no volverás más ha jugar conmigo, esto acaba aquí, para siempre.

¿Qué le pasa al día hoy?
Veintidós, veintidós, veintidós, veintidós,... maldito numero que me persigue. Un día fue el más maravilloso de los números, hoy se ha convertido en algo que duele al recordarlo, duele, duele bastante, es como si alguien te oprimiese el pecho, y no quiero pero ya las lágrimas me caen por la mejillas... ¿cuantos 22 sin él? unos pocos, pero este es el que más siento, el que más duele, motivo... desconocido. Quizás sea porque este mes hay un dos de más. No lo sé,  pero lo siento, siento como sigue ahí en mi corazón, como se encuentra su nombre junto a ese 22, parecen escrito con tita permanente, parece que si uno no sale, no sale el otro, es como si quisieran quedarse, PARA SIEMPRE.
Son demasiados días, demasiadas horas, demasiados meses... espera un momento, quizás no hace tanto, quizás nunca le perdí...
¡Bah! bobadas, claro que le perdí, es más nunca lo tuve, pero le quiero, por supuesto, y lo sigo haciendo...
Y vuelve ese maldito numero que me tendría que ser indiferente.
Es que no lo quiero de verdad, no quiero mas veintidós, mas recuerdos bonitos y no tan bonitos, no quiero más días pensando en él. Que no, que no quiero. Que no quiero que me duela, que no quiero que me oprima el pecho y me haga temblar, que no quiero sentir calor y frío a la vez, ni quiero sentir un escalofrío al recordarle, ni quiero las mariposas en el estomago y que las piernas me tiemblen al verle. Que no quiero que me hable, que no quiero nada suyo. Que no, que no quiero nada que tenga que ver con él. Que no quiero quererle.
¿No lo entiendes? Desaparece, desaparece de una vez por todas y para siempre.
Tienes el mal dentro. Y cuando desees amarla te hará sufrir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario